17 junio 2014

CITA IMAGINARIA

 

 Llegó la hora
 de una cita imaginaria...
 no hay capiteles conventuales
 ni jardines floridos
 con festín de mariposas,
 sólo el levante de la aurora
 y el despertar de persianas dormidas.

 El encuentro abrazado al silencio
 con miradas nerviosas, inquietantes,
 en busca de respuestas y los poros
 de la piel, sin siquiera respirar;
 la boca seca carente de saliva
 y el aire quieto sin circulación...

 La tensión aumentando y sin poder
 verla, como un duende en un momento
 psicológico, y surgiendo dudas y desconciertos,
 los pensamientos precipitándose
 quebrando y alterando el pulso
 y ante nuestra cobardía, hallamos
 el recurso último del abrazo de la indecisión.

 Se asoma entonces una sensación de frío
 y vacío interior, de la que mana el desnudo miedo,
 que nos conduce de forma impasible,
 al camino final de nuestra cita.


 Marcelino Menéndez González

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