24 marzo 2008

ABSORTO


Quiero dejarme llevar
como luz que penetra de forma inesperada
en la oscuridad y sorprender con su haz
lo imprevisible, como un sueño
inesperado de espacios infinitos.

Permanecer debajo de los alisos, donde
canta la postrera luz de las cigarras
y se guardan las sombras en un azul
que ya no existe, ensimismado como estoy
en un limbo sin fronteras…

Marcelino Menéndez González

A VECES IMAGINO


A veces imagino el juego de la luz
y sombras de los árboles, cuando
se agitan sus ramas y en el bosque
cuando éstos mueren, siento oír la voz
de la madera, -donde se cruza con la
soledad-, como heridas en el tiempo.

También llego a ver la luz, que viaja
sin lazos, sin conciencia, descifrando
sombras y resplandece en silencios
como hogueras en la noche, con un
tono bajo de voz. en medio de la realidad.

Es como el idioma de las cosas,
la verdad en un vacío y el miedo
de los pájaros…

Marcelino Menéndez González

ATRAVESANDO OLVIDO


Un instante sin límites abandonándome
la luz, en una extraña existencia.

La luz se interrumpe y desciende la sombra;
y vuelve a su fruto el silencio y más allá
del silencio, te oigo llorar.

Todo está preso de sentido y ya sólo
acaricio la luz, hasta que llega su cansancio
y vuelve la sombra aún imprecisa,
y la vivencia que pesaba de ese instante,
y esa época plagada de infinito y tú…
te olvidaste de mirarme y yo
aprendí la lectura del silencio, el frío
de límites y el sonido del amanecer…

Marcelino Menéndez González

23 marzo 2008

DESALIENTO


Cuando el desaliento cruza mi cancela,
veo un ancho espacio y un largo tiempo…
e intento andar por caminos
que al final no llegan a ninguna parte.

No oigo voces, sólo la levedad
de un murmullo, y mientras, el vaho viste
el cristal y opaca mi anhelo, que permanece
callado e inasible, en la frialdad de mi ánimo.

Me quedo mirando hacia lo lejos y sólo veo
sombras, que se juntan y hacen juegos
animadas por la luz y me percato entonces
de que pocos escritos hay en mis silencios,
y es que me faltan palabras para avanzar;
y ante el trazo, la tinta, el papel y la frágil
esperanza de hallar ese poema, me pregunto:
-entre silencios, sombras y distancias-…
¿Dónde van los versos íntimos de las rimas sin palabras?
¿Y las crisálidas muertas de las mariposas blancas?


Marcelino Menéndez González