01 febrero 2011

CAVILAR


He construido mi mundo
a veces de forma trémula
pero, sabiendo lo que me era necesario
y que siempre presentí dentro de mí;
una fuerza de vida que sigue
estando ahí, con lo importante que es hallar,
el porqué del sentido de las cosas
manteniendo el equilibrio vital preciso.

También a veces me sumerjo
en pensamientos donde apenas quedan rastros,
de recuerdos acabados con un exiguo resplandor,
y la sensación de haber tenido y haber perdido
vivencias y momentos, sintiendo entonces
no tener nada…a pesar de buscar alegrías
que jamás hallaron su día.

Hoy sigo conservando esa fuerza de vida,
que aprecio se esconde también en los árboles
y surge cada primavera, como símbolo
de la delicadeza de renovadas floraciones,
y a mí me permite seguir viendo arder las cumbres,
para alargar mi propio ocaso, aunque aún
quede tiempo para quemar la noche…

Marcelino Menéndez González

DESEO ESCONDIDO


Quisiera llegar a escribir,
con la conjunción de ideas, imágenes y palabras,
ante el encuentro de lo esencial y sensible,
asociándolas como la melodía más plena
de emoción y sentimiento.

Y mientras se exacerba el ritmo y la musicalidad
en la corriente de esas palabras –adquiriendo
su verdadero sentido y todo el deseo puro
de expresión-, lograr que se eleven, se impulsen
y se exalten, atrapadas por el misterio y la ensoñación,
alcanzando lo bello que resplandece mudo y con ello,
quizá también el cenit de mi poesía…

Marcelino Menéndez González

LO INCIERTO


Hasta que una noche de un día
descubrí algo nuevo, el infinito
recomenzar del deseo despertando lo inacabado,
haciendo resurgir la sorpresa.

Busqué entonces en los detalles pequeños
envueltos en sueños, sabiendo lo que siento…
que la felicidad es interior y depende
no de lo que tenemos sino de lo que somos;
creo que la conciencia y el pensamiento
son inseparables, midiendo la energía
y la capacidad de cada uno, ya que la vida
se vive un momento.

Y cuando las aguas se quedan sin cauce,
llegas a preguntarte ¿cuál es el principio
inmortal de cada uno? y ¿es que se deja al final
un rastro del camino recorrido?...
Entonces, si que ya no se lo que pienso…

Marcelino Menéndez González

QUIERO SER EN TU VIDA


Quiero ser en tu vida
toda la ansiedad y la inquietud que tú,
eres en la mía… la misma ilusión,
el mismo amor, la misma música
y todo deslavándose, como la cera de un cirio
abrazado a tu lado, creándose con el calor
y la luz de esa flama que, sin temor, permanecerá
siempre encendida ardiendo y alumbrando
cualquier vestigio de dudas o sombras.

Ser, con la claridad de cada mañana,
soporte de esperanza y fe adornado de aromas
de un inmenso jardín florido, descubriendo sin cesar
sentimientos renovados de amor, ternura y pasión,
como esa savia que no cesa de alimentar a los árboles,
dando brillo y color a su follaje.

Ser soporte moral y razón de existir,
apoyándonos en cada paso en ese transitar
en busca de la armonía y el equilibrio,
que nos permita permanecer siempre juntos,
plenos de satisfacción y renovados sueños,
caracterizados de respeto, comprensión y tolerancia,
como hasta ahora en mi vida, has venido a ser tú…

Marcelino Menéndez González

QUIERO DAR VIDA


Quiero dar vida a mis poemas
y siento que se las doy, encerrado
en sensaciones que matizaría como naturales,
así como otras solemnes, emocionantes
y espontáneas, eso sí, intentando no repetirme.

Aunque a veces uso la memoria
al instante de escribir y otras el sentimiento
y la sensibilidad hacia la posesión
de lo que quiero trasmitir y que me transportan
y me embelesan , a pesar de mi tímida imaginación.

Y donde apenas quedan rastros con el sabor
de recuerdos atrasados y donde prevalece
mi esencia y mi alma y, aunque queden en mi corazón
piedras preciosas de inspiración, no quiero
desperdiciar la última…

Marcelino Menéndez González

RECOMENZAR


Quiero dar voz al pensamiento
y gozando el placer de contemplar el sol
con su oro mudo, recomenzar
el encanto de la vida.

Abrir las ventanas a la tolerancia
y la paciencia con la capacidad de la madurez,
y poseer la sensibilidad de saber y poder decir,
me equivoqué, perdóname o te necesito…

Jamás desistir de mis propósitos
y que el viento no se quede entre el mirar y el ver,
descubriendo quien eres y cómo eres,
haciendo lo que hayas dejado de hacer,
hallando la razón y la forma de conseguirlo,
con una serenidad intoxicante si es preciso.

Entonces, abrazando todos los momentos, las ocasiones
surgirán, como semillas de frutas del paraíso,
atravesando el tiempo y como algo subliminal,
un nuevo amanecer…llegará.

Marcelino Menéndez González

SIGO


Me encanta merodear por los contornos
de lo que me produce mayor goce y disfrute,
y con ello, hacerme sentir pleno de todo.

Es, cuando me deslizo por los toboganes
que me trasladan dentro de mí y percibo,
que son como mares que han estado en calma,
profundos, insondables aunque inquietos,
sin perder nunca su original energía.

Y con sabor a esencia contemplo,
como van llegando al final los atisbos
pero, aunque siento que apenas quepo
entre mi cabeza y mis pies, sigo, sigo…
impregnado de un aire nuevo que fluye
y que respiro y no espero detenerme
hasta morir…

Marcelino Menéndez González

SUEÑOS DE AMOR


Estoy perdido en un sueño, ¡tú!,
y envidio todo lo que te rodea
como lo que se llena de maravillosa belleza
con tu sólo recuerdo, acelerando mis latidos
a vibraciones de especial significación,
que exacerban mis sentidos a lo máximo
con sutil y dulce entrega.

La dichosa ocasión de caminar a tu lado
por el mismo sendero, escuchando la misma melodía,
entrecruzando nuestras miradas con la sensación
de sentir, la más dulce fantasía de amor
y el más delicioso de los sueños…

Déjame sentirme asido a tu mano; déjame
seguir soñando y deja que siga escuchando
nuestra música, imaginando que estás aquí
y que todo se convierte en la más ansiada realidad,
y yo estaré bien si lo logro, cuando mis tristezas
se hayan ido estando lejos de ti,
porque cerraré los ojos y se que ¡te veré!,
viviendo al unísono el tierno amor que compartimos.

Marcelino Menéndez González