23 agosto 2007

SIN RESPUESTAS


Mudas respuestas circunvalan
el incierto camino, con un nuevo
cerco de preguntas en cada segundo
de cada día, como prisionero que soy
de aquel tiempo.

Y es que se pierden como árbol que cae
en el bosque sin que nadie lo oiga,
o como hoja vagabunda en un espacio
otoñal; es, como una huella que no se borra
y que su respuesta permanece interrogante,
como duda que encontró su cauce
en el silencio eterno de una impronta,

Y así me siento en la orfandad de los días
venideros, imponiéndole al recuerdo
dónde se albergan los olvidos aplazados
intercambiando los sueños, en el constante
sonido del tiempo bajo nubes acariciadas
por el alba, como aliento de vida, pero…
sin respuestas.

Marcelino Menéndez González

La sencillez se escondió entre las palabras
en busca de su existencia subliminal,
tratando de acercar su estímulo en los
detalles sin ser descubierta y poder crear
lo bello.

El autor.

MIENTRAS TANTO


Aunque a veces me siento
como gaviota indiferente
que no encuentra su mar,
yo vivo en mis poemas
como esperanza que busca su perfil
y la sombra vive a mis pies,
y tiembla sola cuando vibra
la melancolía, en la evocación
de un tiempo de olvidada oscuridad.

Todo aparece entonces, como un mar
sin orilla mecido en las horas del
silencio, - como el sueño que no
recuerdas cuando despiertas-, sin embargo,
el mar permanece coloreado de deseos
profundos y curvados, el viento
se acuna junto al frío y la llanura, cuando
florecen las violetas otoñales,
mientras tanto, el cuco rompe la noche
oscura en soledad, como si cantara
a las estrellas…


Marcelino Menéndez González

RECONCILIACIÓN


Con la mente transida
en el claro insólito de mi abandono,
afilo la idea
de aprender a acompasar
el tiempo de la calma,
trenzando en sargazo mis remordimientos
oteando lontananzas reconciliables.

Marcelino Menéndez González