30 julio 2012

EL PRESENTE


El tiempo transcurre impasible
y a la vez que me va cambiando
presente por futuro, -dejando atrás
el pasado sin hacer ruido alguno-,
me sitúa en el instante
del que si soy único dueño pero,
del que no me doy ni siquiera cuenta,
de esa pequeña etapa transitoria.

Son mínimos espacios que van formando
toda mi existencia y que me permiten
la posibilidad de saber usarlos
sintiendo que me pertenecen, que son míos,
y que fluyen por si mismos, sin previsiones,
sin preámbulos, de forma natural…

Y si soy capaz de respirar cada segundo,
de cada minuto, es lo que tengo y es lo que soy,
así de simple…hasta que se acabe para mí
el aire y con ello claro, la vida.

Marcelino Menéndez González

EL VALOR DE LO SIMPLE


Penetrando en las hendiduras de la realidad
a la esencia de las cosas, me encontré con que
casi siempre, hice mucho caso a lo complejo,
a lo complicado y difícil, creyendo solucionar
con ello el encuentro con una superación constante
por lograr metas que deseaba alcanzar.

Si bien he conseguido muchos de esos propósitos
en el transcurso de los años, también he podido
aprender que había cosas muy importantes, que hoy,
recuperan para mí un valor incuestionable;
me refiero a lo simple, a lo sencillo, a lo humilde,
a lo amable, y a sonreír…

Estoy seguro que mucha de la grandeza
de estas cualidades, interviene de forma decisiva
en el quehacer de todos los días y dignifica
a la personas que las ponen en práctica
de manera natural, y que saben permanecer así,
con el valor moral de poseerlas, aún sin el reconocimiento
de los demás. Sin duda ha sido una lección para mí
que no olvidaré nunca más.

Marcelino Menéndez González

VOCES EN EL SILENCIO


Según van pasando los años,
siento cada vez más que estoy en el camino
de conseguir la paz, conmigo mismo.

Aunque a veces, tengo la sensación de que,
desde el pasado existió alguien
que vive en mí y que me pertenece,
pero que no soy yo…

Marcelino Menéndez González

AÑADIR EL INSTANTE A LA MEMORIA.



Fue con el pasar de los años,
que empecé a olvidar vivencias pasadas
y sin embargo otras, siguen permaneciendo
en mi como si acabaran de ocurrir,
manteniendo toda la sensación de intensidad,
como si hubieran sucedido ayer.

Esas oscilaciones imprevisibles de la memoria,
se acrecientan más, cuando nos remontamos
a la infancia, perviviendo con una fuerza
increíble de detalles y momentos,
que nunca llegan a olvidarse.

Y todo va formando el engranaje de la existencia
que cada uno asimila a su manera, matizándolo
de alegría o de tristeza.

Diría que, como las raíces de los árboles
-ninguna es igual- ya que múltiples circunstancias
hacen que todas sean diferentes entre sí,
aunque exista el denominador común a todo,
con su diversa variedad de cambios y etapas
que es, la propia vida…

Marcelino Menéndez González

08 julio 2012

SENTIRES


Todo flotaba como un vuelo de luz,
de repente se instaló en mí,
como si fuera algo clandestino
y se anidó con la fuerza de islas del tiempo,
de incognitas perpetuas con diversos
horizontes de sueños.

Y como un canto a la vida, se significó
matizando de múltiples colores
la esencia de las cosas, despertando
sus aromas, su armonía, su sentido,
su significado y su belleza increíble,
vaciándose como luz matinal que alumbra
el equilibrio emocional de cada nuevo día,
llenándolo de sentido positivo.

Sin dejar de recordarme de vez en cuando,
no olvidar aspirar el olor de las rosas…

Marcelino Menéndez González

VIAJE ASTRAL


Con el aura dorada de las nubes
surgiendo las estrellas,
una caterva de sueños me invadieron
elevándome por encima de lo material,
permitiéndome asomarme
a lo increíble de lo espiritual.

Y, en esa mágica proyección,
me sentí recorrer caminos que conducían
a vivir sensaciones optimas de tranquilidad,
serenidad, y un sosiego total de paz interior,
ahí donde se encuentra el verdadero sentido
del significado real del amor, el perdón,
de la dádiva, la bondad, la ternura y
la razón de ser…
y todo sin ninguna prisa, plácidamente.

Después, con la realidad llegó la noche…
.
Marcelino Menéndez González

EL DÍA


Como si fuera replegándose el ocaso
ante la incipiente penumbra,
tratando de ocultarse plácidamente
para descansar su ya prolongado esplendor,
fue situándose ante las sombras
para reposar su luz final y sin hacer ruido,
en una graciosa huida hasta el reflejo solar,
para acariciar la luna.

Después, mucho después, fue de nuevo
asomándose lentamente dándole luz a la vida,
en un indescriptible amanecer, iluminando
todo el espacio vital, creando nuevas esperanzas
ilusiones y sueños, capaces de infundir
estados de ánimo positivos, disipando dudas
e incertidumbres, aclarando las ideas,
despertando la ilusión de vivir…

Marcelino Menéndez González

TU VOZ


Oigo tu voz
y me lleno de sentido
y sueño, y vivo, pleno de todo.

Me traslado a un mundo invisible
que mi sentimiento crea como real,
rebosante y completo de anhelos consumados
y de ansias inquietas, por saberte cerca…

Y te siento.

Ven, ven donde tú vibras y yo tiemblo,
en ese tú primero y yo después
y donde hemos aprendido a ser,
en la entrega y el deseo de estar juntos;
desprovistos de egoísmo y la mente
dispuesta y fortalecida a nuestra manera,
sabiendo que nuestro disfrute no es
tiempo perdido y sin ignorar el luego no te sé,
del amor.

Y tu voz culmina con el susurro, que me abraza
de añoranza y me dice adiós hasta la próxima vez,
y yo le digo…adiós.

Marcelino Menéndez González