02 septiembre 2014

DIÁLOGOS


Debo confesar que, a veces,
 mantengo cortos diálogos con mi conciencia
 y que me resultan muy necesarios.

 Es como estar en el linde del ruido,
 con la caricia del silencio y que
 te permite la comunicación;
 ¿medito?, quizá sería la palabra más adecuada
 y diría que necesito esa relajación mental,
 ya que siempre me despierta reflexión.

 También a veces me pregunto si estoy pleno
 de cosas hechas ¿adónde voy a poner las que
 aún tengo por hacer?...

 Me gustaría entonces ser como el mar,
 que durante la noche recoge la luz de las estrellas
 y como delicadas ascuas las deposita en el horizonte,
 haciéndolas resurgir de la mano del amanecer…

Marcelino Menéndez González

BALANCE


 Como punto de partida de un impulso,
 con las lágrimas que están en mi
 sin ser lloradas y haciendo un juego
 silencioso de los recuerdos, -que perviven
 agazapados en la memoria ante lo mágico
 y misterioso-, quiero reinventar
 intensas emociones interiores..

 Se que muchas se pierden con el menosprecio
 del olvido, pero otras, consiguen hacerme sentir,
 como si volviera a vivirlas en el regazo
 del espíritu de la dulzura y la emoción.

 Es, como cuando recorres un camino
 y no se vuelve la mirada hacia atrás,
 sin percatarte por ello,de que sin lugar a dudas,
 dejaste vivencias y momentos,
 que hoy tienen y poseen, un valor distinto.

 Y quieres recuperarlos, para tratar de llenar
 los vacíos de nostalgias y ausencias,
 sobre todo cuando se angosta el camino,
 y haces ese balance final inevitable,
 que siempre llega…

 Es el brindis de una nueva ocasión,
 de revivir las cosas buenas del pasado,
 - que siguen siendo las raíces del árbol de tu vida-,
 que alimentan tu estado de ánimo
 de energía inusitada despertando,
 un soporte espiritual capaz, de hacerte más grato,
 el recorrido último.

Marcelino menéndez González