07 abril 2009

¿A QUIEN CONTAR LO QUE SIENTO?



Cuando se va el tiempo, navegan por el alma
inviernos donde la nieve es olvido,
con los aromas de las ausencias, como soplos
de vida en los corazones cansados,
marcándonos su ritmo y su silencio.

Se sueña entonces, que en toda oscuridad
vive un fragmento de luz que mantiene
aún viva la esperanza y abandonarse en ella
es un consuelo interior, como algo que
está en uno y existe, aunque no se sepa a veces
lo que es...

Y aunque nos rodeen los colores grises de la vida,
con días de tormenta y miedos, y no se encuentren
las lágrimas lloradas, ni las sonrisas desaparecidas,
mantenerse en ese vacío, -apenas con una luz
mortecina- pero llenándolo todo de amor y respirando
aún el aliento de la existencia viéndonos tal vez,
como un viejo gorrión asido a su rama, bajo la lluvia..

Marcelino Menéndez González

ALEGRÍAS


Cuántas veces buscas hallar
la ubicación de lo desconocido...
y es cuando surgen los momentos
inesperados, que hacen que un instante,
abandone a otro instante y encuentres
la expresión de lo sensato,
ante realidades diferentes como,
talento y carácter.

Si bien la tarde trae consigo su propia lámpara
crepuscular, es a través del transcurrir
de la vida y no al final, cuando hay que hallar
esas pequeñas alegrías, que hacen dorado
cualquier paisaje otoñal, pero aprendiendo
a disfrutarlo con intensidad, como si fuera
la mejor partitura de la música.

Si las vivencias no se olvidan y resucitan,
-también a veces como postigos corroídos
por el tiempo-serán como la espiga que siempre
transforma su sabiduría en pan, y así
los recuerdos en renovadas alegrías.

Marcelino Menéndez González

CUESTIONES


Hay cosas en las que nunca reparamos
como el ojo de la aguja, o los canales
de cinc de las casas para evacuar el agua
de lluvia, o averiguar ¿cuál es el principio
del vacío? y desde adentro hacia fuera
o viceversa, ¿cómo llenarlo y de qué?...

¿De cosas nuevas?, ¿de algo que te plantea
retos?, ¿de inocencias?, ¿de algo íntimo como
la delicadeza y la armonía?, ¿de espontánea
ternura?...

Mirando hacia atrás, todo se puede comprender
pero vivir, sólo mirando hacia adelante y, en ese
futuro, no puede dejar de existir el sentimiento;
y es que debemos saber escoger a quien dejamos
penetrar en nuestro mundo y surjan sensaciones,
vibraciones y emociones, dignas de ser creadas
y disfrutadas.

Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra,
detrás de las palabras.

Marcelino Menéndez González

EL SUBCONSCIENTE


Quisiera controlar la fuerza de la mente
subconsciente y su actividad, que existe
por encima de la voluntad y aquello
en lo que se piensa y crece, rodearlo
de conocimiento y sentimiento, como
sus dos factores precisos...

Se dice que la práctica es el precio
de la pericia y es así como deberíamos
desenvolver nuestros actos, para considerarlos
lo más adecuados para evitar los errores,
siendo preconscientes de ellos.

Encontrar una armonía vibracional
consecuente, al cambiar los pensamientos
negativos por positivos y ponerlos en práctica
de forma consciente, dentro de esa ley
de la actividad. Los resultados sin duda serían
diferentes..

Marcelino Menéndez González

EL INSOMNIO MIDE EL TIEMPO


Cuando no hay casi nadie
a quien mentir, y el insomnio
mide el tiempo, es cuando se miran
las cosas de forma diferente..
¿es acaso que es uno distinto?...

Cuando se está solo, como dentro
de un sueño, es quizá porque al soñar
existe libertad y no caemos con perfecta
intolerancia sobre los techos del mundo,
aunque en ese caos de sueños algo me dice,
¡tienes que ser más! con una convicción
que es mía, y es cuando pregunto a la soledad
¿por qué siempre viene conmigo?.

Sobre todo cuando recorro esos caminos
de sollozos y pena triste, en un continuo
evitar que la amargura llene el aire,
esperando el último resquicio de dulzura
en una agonía de dolor interno, a la que
no me puedo permitir llegar, y extraviarme
en un mundo perdido.

Marcelino Menéndez González

EL MISTERIO ESCONDIDO


Cuando la mente se detiene
un apacible momento y permanece
quieta para pensar, en ese resquicio
es cuando más consciente soy,
de mi propia fragilidad y de mi
palpable impaciencia...

Y es quizá, con ese vacío de esencias
y esos silencios que hablan sin palabras,
cuando medito, que siempre hay un misterio
que nos rodea y envuelve; sólo falta
encontrarlo, en un color, en una mirada,
o una sonrisa, ya que siento que las mejores
cosas que nos ocurren, son a su vez, las que
nos sorprenden con lo inesperado...

Como ese trébol de 4 hojas que tanto
buscamos, en el jardín de la vida, y es entonces
el disfrutar, lo que nos hace felices.

Marcelino Menéndez González

ESA ES LA VIDA


Siempre es necesario saber
cuando se acaba una etapa de la vida
y seguir adelante.
es como la raíz al arrancarse,
es el tronco desgarrado y todas las cosas
que me inundan y me ahogan, y donde
siento que ya no me queda sitio, ni tiempo,
y descubro la acción de las sombras
y la incertidumbre.

Sin embargo, no trato de entender
los por qué, ante lo que fue todo y no es
nada; sé también que hay que lograr
los procesos interiores de superación,
que te catapulten y reactiven para vivir,
con lo que se tiene en el presente aunque
por ahora, el sonido del tiempo y la soledad,
me salvan de estar solo.

Esa es la vida...

Marcelino Menéndez González

LAS COSAS MEJORES


Hace unos días sin saber cómo,
fui capaz de ver espacios desconocidos
y mirar las cosas con distancia,
sembrando en cada abismo, una incógnita;
escuchaba la voz de la nada y percibía
esos ocres otoñales y gorriones presos
de un mismo viento y luces fatigadas.

Pensaba que hay que saber lo que hay
que callar, tratando de captar lo que los demás
piensan. También sentía, como una lluvia
silenciosa, fina y suave, mojaba los árboles
y empapaba los pájaros, a pesar
del cobijo y resguardo de las hojas.

Y sabiendo que todo lo consume el tiempo
y lo acaba la muerte, también advertía
que las cosas mejores y más bellas que casi nunca
pueden verse ni tocarse, sí vibran y viven
en el propio corazón, haciéndonos ser
y sentir distintos.

Marcelino Menéndez González

LO NO CONSEGUIDO


No es el pasado en sí
sino los pensamientos acerca del pasado
-lo que llamamos recuerdos-, que matizamos
de añoranzas y melancolías.

Cuántas veces nos aferramos a esas raíces
y vivencias, para sostener nuestra vida
y llenar nuestros vacíos; buscamos entonces
la realidad que se esconde tras las apariencias,
con elementos esenciales, más que con
detalles, como percibir y sentir creando,
las sensaciones de un estado emocional.

A veces no sé si se huye de esa realidad
que surge dentro de uno mismo, buscando
las salidas que aparezcan inocentes, para excluir
la intención de una culpabilidad consciente,
entre lo que se dice y lo que se hace.

Y no pudiendo ser niños eternos, ¿cómo se mide
la vida?...y es tiempo, el día, el mar, la oscuridad
y el aire, aire que dilata las sombras y la inquietud
de su curso irrefrenable, porque la vida es otra
cosa que lo material; son los sentimientos, la fe,
la esperanza, la ilusión y también los miedos,
pero aprendiendo a darla a los demás en gestos,
acciones, agradecimientos, amistad y amor.

Aunque habría que empezar, por dejar de exigir
a los demás, aquello que ni para ti, has
conquistado aún...

Marcelino Menéndez González

LOS SUEÑOS


Siguiendo tus sueños
Transformarás tu vida.
Paulo Coelho.

Como un fluir de sueños,
aquello en lo que uno aspira y desea,
se alimenta de continuas inquietudes
que difícilmente se realizan, porque están
sin lugar, sin espacio y como
si no hubiese otro tiempo.

Y es que en la oquedad de un instante,
hay que atrapar esos sueños como si fueran
la última luz del ocaso, el amor en el aire
o lo intangible de los anhelos.

Y con la llave mágica que abra horizontes
de luz interior, guardarlos en la parte
más íntima del alma, para que ahí pervivan
sin cumplir más tiempo, que el inicial
de aquel entonces.

Y ¿sabes?...cuando transcurra el ocaso
hasta el alba y el día acabe de nacer,
volver a establecerlos de nuevo y reiniciar
su flujo, hasta lograr abrazarlos de realidad,
y surja entre todas las esencias de primavera,
la crisálida de ese sueño, convertida
en la más bella mariposa.

Si bien, nadie llega a saber dónde ni cuándo,
empiezan y acaban, porque son como
inefables momentos que sólo se retienen
en el pensamiento y terminan quizá, como
lágrimas derramadas en las blondas de un pañuelo.

Marcelino Menéndez González

PRIMER DÍA DE PRIMAVERA


Cuando el aire se agita en libertad,
parece como si las hojas se unieran más
a sus ramas, en un abrigo de complicidad;
mientras en una encrucijada malsonante,
en los oídos de los árboles, aún se escuchan
las estridencias de grillos y cigarras...

Y todo ataviado con eslabones cosiendo
lazos de escarcha matinal, por la hierba
que crece, salpicada de últimos copos de nieve
deshaciéndose en rocío, dejándole tiempo
al frescor del amanecer.

Y se perciben ya las voces de los pájaros,
para no estar más a merced de los silencios
llenando de trinos los espacios y los vacíos
con sus vuelos, acariciando los primeros
rayos solares.

Es una mañana llena de luz y primavera,
que consigue alterar el estado de ánimo
despertando el optimismo logrando así
acercar a nuestros ojos la belleza de la
naturaleza y que ésta nos conduzca a su vez,
a iluminar cualquier penumbra interior.

Marcelino Menéndez González