22 junio 2012

HALLÉ UN CAMINO


Después de tantos caminos andados,
unos, llenos de incertidumbre y miedo,
otros plagados de rutina y los más,
de soledades y silencios,

Al fin hallé aquel, en el que me encontré
con el vuelo de los pájaros perdidos,
entre multitud de palabras sin nombre, aunque
agitado por esa inquietud que no cesa en mi
y que descubro cada día, recorriendo esas calles
sin rumbo de la vida.

Y cuando la neblina nocturna las pinta de penumbra
y los pájaros yacen con su cabeza bajo el ala,
entonces aparecen esas palabras llenas de sentido,
como algo mágico cubriendo de esencia,
la verdadera razón que inspira, lo que escribo.

Marcelino Menéndez González

LA HIGUERA


Se han ido muchos sueños e ilusiones,
al lugar del que nunca vuelven…

Y de repente, sin esperarlo,
surge algo nuevo que te hace reconocer
la esperanza, que alguno logre poder realizarse.

Es como el retoño verde en la madera del árbol
seco, que consigue motivar con ese reverdecer
increíble, nuevos alientos incluso aromas y parece,
como si te trasladara fuerza y ánimo para alcanzar
de nuevo, tus anhelos.

Eso aprecio cada año, en una vieja higuera mutilada,
en un rincón de un patio de colegio por el que paso
de forma frecuente y pienso que sus raíces amargadas
de invierno y de tanto trasiego, a pesar de todo,
continúa dando sus dulces frutos y a mi me provoca,
el contagio de ese flujo de optimismo que
sentía que también se había ido…

Marcelino Menéndez González

SABER QUIEN SOY


No quise alertar a las estrellas
al invadir el espacio celeste, con mis sueños;
y me situé en ese limbo de sombras
queriendo lograr hacer una realidad
aunque sólo fuera, uno de ellos.

Me deslicé en ese propósito usando
toda mi energía y después de tanto buscarme,
no pudo encontrarme y, el tiempo inmutable
en su transcurrir, acabó por llevarme
con la caricia del alba, al intento fracasado
de no poder lograrlo, acabando
con esta ocasión, una vez más.

Se en mi fuero interno, que seguiré intentándolo
una y otra vez, ya que en ello está parte de la verdadera
esencia y razón de mi vida, -la de saber quien soy-
hasta que logre descubrirlo

Marcelino Menéndez González

REENCUENTRO


Ya ni siquiera recuerdo
cómo llené esos vacíos de ilusiones,
y cuántas veces sólo arañé la superficie
sin abrir camino bajo la tierra;
y en el mar sin bañarme entre sus aguas,
sólo mojé los pies en la arena,
y cuando hablas y ya no te escucho,
sólo te miro…

Y mientras el destino protege en los albores
la ansiada respuesta, tengo que dejar
que exista, en lo ignorado.

Y aunque sigo solo con mi espíritu, de repente,
sin esperarlo sales en mi conversación y ¡te siento!
y entonces quiero vivirte en ese ansiado reencuentro
con las ilusiones, la tierra, el mar y con toda
la energía del amor que llevo dentro.

Marcelino Menéndez González

BUSCAR ÁNIMO EN EL RECUERDO.


Mientras va declinando el día
tengo la sensación de que, lo que hace vibrar
al corazón es, lo que vive dentro…puede ser
un momento, un lugar, una persona, el recuerdo
y todo unido a la vivencia que lo originó.

Descubrir esa emoción tan especial del instante
vivido, es lo que hace que no desaparezca
y perdure en el tiempo, con su infinita realidad
a pesar de lejanías o distancias, incluso
volviéndose a veces, como una sublime obsesión
y de una inconmensurable belleza.

Y como decía el poeta…aunque nadie pueda devolvernos
los días de esplendor en la hierba y de la gloria
en las flores, tenemos que buscar ánimo en el recuerdo


Marcelino Menéndez González