23 marzo 2014

VÉRTIGOS

 Son finos sonidos en el borde del oído
 que me hacen oscilar,
 son olas que van y vienen
 como vida que navega en el columpio
 del mar, en un horizonte infinito
 de profunda soledad.

 Huye la vida buscando otra vida
 sin lágrimas, sin conciencia,
 huye y no regresa y adquiere la forma del pensamiento
 y permanece en el fondo de una transparencia,
 con sensación de cristal y brilla,
 brilla en el espacio buscando el aliento de
 lo desconocido, sin regresos y ausencias, con alas
 eternas y luz bajo los párpados, leyendo el mundo
 con los ojos abiertos y dejando las sombras,
 en los follajes del viento...


 Son tenues sensaciones de un final.

Marcelino Menéndez González

AL DESPERTAR

 Y se desliza el alba y el rocío
 y la luz de la madrugada, que aspiro
 con esplendorosa actitud de natural
 belleza y realidad.

 Tierra, árboles, savia, glaucas hojas,
 yerba, cielo azul y nubes blancas,
 y en su peculiar esplendor.
 la fantasía y la vida misma proyectando
 tu excelso mirar, ...al despertar.

Marcelino Mnéndez González


CONJETURAS

Cuando floto en el silencio de las conjeturas,
mientras persiste el ingrato insomnio,
pienso en cómo agoniza la luz palideciente
de las velas, cuando están a punto de consumirse;
o aquella ocasión, en que hemos tenido
que tapar con una mentira, la verdad;
también, cuando guardamos cosas para nadie
o no reparamos en las que no nos afectan,
deseando permanecer entre las cañas pacíficas del trigo.
y es que, si a veces no eres capaz de creer lo que ves,
t ienes que creer en lo que sientes.

Lo que si sé hoy, cuando ya no me hablas
y no te miro, es que te siento y te escucho dentro de mí.


Marcelino Menéndez González