27 abril 2008

LA SOMBRA DEL TIEMPO

Es una amalgama de sensaciones
todas diferentes, conjugando recuerdos
y momentos que se dispersan y alteran
unos a otros, y de ellos sólo queda el poso
de vacíos y tristezas.

Son momentos lánguidos y algunos gratos
y que te penetran al interior, creando
un hueco en el estómago y un latir distinto;
no importa si sucedieron de mañana, tarde
o noche y sus respectivos color de cielo,
pues tienen en común esa vivencia. de ser
singulares y únicos, habiendo llenado
todos tus sentidos de emoción y sentimiento.

Pero viendo que todo ello a nadie importa,
hace que se incremente tu inconformidad
al tener que soportar de forma solitaria
tu sentir, que se vuelve sórdido, triste y
apesumbrado, en unas circunstancias extrañas
-casi todas- sólo recordando, esa etapa que
ya ha pasado y que no volverá.

Te has vuelto así, sin quererlo, una sombra
del tiempo y de la vida.

Marcelino Menéndez González

INDEFENSO VAHO

A veces la vida no acompasa los tiempos
de forma adecuada, los ralentiza o los acelera
a su albedrío, alterando así tus deseos.

Te hace con ello, vivir sensaciones
como algo que está sin estar y me pregunto
-y no se qué pensar-, ¿qué es lo que me atrae
de sentirme tan distante?...
¿qué es lo que trato de alcanzar?,
¿es infinita esa búsqueda?,
al final, las tardes son demasiado largas...

Marcelino Menéndez González

EXTRAVÍO


En un cielo tan grande, es fácil el extravío
en busca de lo mágico
por descubrir lo no conocido,
y querer hallar la armonía de la forma
y la esencia, cuando la luz se atenúa
en diferentes tonalidades...

Puede ser entonces cuando surja la duda
y el desconcierto, y todas las sinuosidades
de la incertidumbre, sin definirse
ni el color de sus matices, ni el espacio
de sus límites, prevaleciendo así la incógnita.

Marcelino Menéndez González

ESTABLECER ESPACIOS

Cuando lloras quedamente, sin sollozos,
y cuando algo vibra en tu interior
al escrutar los repliegues misteriosos de la mente,
qué necesario es establecer espacios
para crear distancias, frente al trabajo
incesante del destino.

Y ante el viento que flagela ese paisaje
y la fatiga de los pájaros, no dejes
de sentirme con el pensamiento y la gran
complicidad que nos ha unido siempre
para, a mi vez, no dejar de seguir
sintiéndome distinto.

Marcelino Menéndez González

DE INSTANTE EN INSTANTE


Quise iluminar cada rincón
de las innumerables cavernas
de la memoria, para hallar los silencios
largos y serenos, cobijando sueños,
ilusiones y tristezas; y dónde
la sencillez se había escondido.

Encontré entonces la inspiración
hacia los dominios de lo extraordinario,
con el aroma de la aventura y los espacios
sin límite, donde un viaje es un proceso,
un descubrimiento; un viaje es,
la vida misma y la vida es aquí, ahora,
viviendo de instante en instante.

Veo cómo la cera se derrite y se consume
con el calor del pabilo, entre el silencio
de los párpados y el vacío de la sombra;
Y apenas me acerco si digo árbol,
a lo que saben los pájaros y la forma
de estar unidas las hojas sin tocarse,
entonces tuve que amordazar las soledades
reflejadas en el ancho espejo de ésa memoria,
ya que en el fondo, todos somos soledades…

Marcelino Menéndez González