09 agosto 2009

LA VIDA MISMA


Cuando surgen noches apoyadas
de misterio y de incertidumbre,
noches de frío y de palabras, de confidencias
fugaces que surgen de la orilla de los recuerdos,
y que se hallaban escondidas y refugiadas
en desvanes de oscuridad, encerrando el futuro
en la memoria, con las luces apagadas
de silencios. donde si bien hay algo que queda,
también existe algo que falta.

Hay que buscar entonces la memoria
que quiere ser presente, donde el aire
se mezcle con la luz, creando imágenes reales
poblando cualquier horizonte y como la vida misma,
no interrumpir las aguas del cauce de un río, sino
dejarlo seguir y sentir el correr de sus aguas sabiendo
disfrutarlas y amarlas, siendo sólo ellas mismas
las que encuentren su final.

Marcelino Menéndez González

ENERGIA INTERIOR


Es como una incuestionable lucha interior
por querer alcanzar, las sensaciones más sublimes
de la esencia propia y situarlas en el pináculo
de su logro, con la desesperación más acuciante
de sentir el no conseguirlo y en esa lucha, bordear
todas las situaciones que lo impiden, hasta hallar
abrir la puerta que parecía escondida, y culminar
esos desesperados intentos por la intensa emoción
de haber logrado conseguir, penetrar en lo inalcanzable.

Es vivir sintiendo ser un yo distinto, provisto de
estímulos diferentes inmersos en hasta ahora,
desconocidas vibraciones de energía que surgen
de ese algo ignorado, y que están ahí, pudiendo ser disfrutadas
y absorbidas con toda la fuerza de la que uno sea capaz
de hacerlo, y que poseen la cualidad de estar
desprovistas de inconformidad y eso sí, plenas
de indescriptible e insondable belleza.

Marcelino Menéndez González

DESEO


Las olas rivalizan
con sus movimientos y su espuma
y sin embargo, se entretejen…

Cuando se encuentra la voz de la memoria
con temas recurrentes, también puede surgir
de ellos la antesala de una visión distinta
de futuro, aprendiendo a vivir momentos
cargándolos de sentido midiendo los tiempos,
para que en ellos quepan tanto actitudes diversas,
como los estados de ánimo que las acompañen
ya que una forma de predecir el futuro,
es el cómo crearlo.

Y aunque no se puede pintar el canto de los grillos
o un croar en una charca, si encontrar ese remanso
que te procure el placer de disfrutar las sombras
ante una intensa luz, -como si fueran el cobijo
de paraguas verdes de las copas, debajo de un
frondoso árbol- sintiendo que se detiene el tiempo,
en lo más profundo del alma.

Marcelino Menéndez González

CUÁNTAS VECES


Cuántas veces quiero penetrar
en la morada de lo increíble, incursionando
en todos sus rincones, captando las
sensaciones de lo infinito e indescifrable;
y según intento descubrirlas, más se alejan
de poder conseguirlo y es que surgen nuevos
atisbos que provocan lo imprevisto y me desvían
del propósito de lograrlo, para tener que volver
siempre al incierto comenzar…

Marcelino Menéndez González