Emocionado en el recuerdo
en medio de una soledad desnuda,
oí voces llorando en mi interior
en ese viaje invisible que hacemos
por dentro, como viajeros del tiempo
recorriendo caminos hacia las respuestas
a tantas cosas, ignorando que están ahí.
A veces las buscamos queriendo volar
con las alas de los ánimos fatigados o
con la incertidumbre de la ignorancia y
también viviendo momentos transitorios
buscando en la noche el encuentro hacia
el alba, olvidando esa riqueza que existe
sin descubrirla en nuestro propio yo.
Y no tener que permanecer más tiempo, hurgando
en los ojos de la tristeza sino viviendo en
la auténtica realidad de nuestra forma de ser.
Marcelino Menéndez González
en medio de una soledad desnuda,
oí voces llorando en mi interior
en ese viaje invisible que hacemos
por dentro, como viajeros del tiempo
recorriendo caminos hacia las respuestas
a tantas cosas, ignorando que están ahí.
A veces las buscamos queriendo volar
con las alas de los ánimos fatigados o
con la incertidumbre de la ignorancia y
también viviendo momentos transitorios
buscando en la noche el encuentro hacia
el alba, olvidando esa riqueza que existe
sin descubrirla en nuestro propio yo.
Y no tener que permanecer más tiempo, hurgando
en los ojos de la tristeza sino viviendo en
la auténtica realidad de nuestra forma de ser.
Marcelino Menéndez González