formas distintas, actitudes diversas
y momentos diferentes, amalgamándolo todo
con presencias que brotan como luces y sombras
que parecen hablar conmigo, para decirme
propósitos y anhelos.
Y como si la mente se trasladara a un estado
superior y profundo, crear momentos de inspiración
y de un intenso entendimiento, capaces de imbuirlos
de sensibilidad y de emoción hasta su máxima expresión.
Y usando como telón de fondo el pasado, lanzarte
al presente con la fuerza de todos tus deseos anhelando
el futuro, para crearlo pleno de posibilidades y llegar
a hacerlas una realidad.
Contando eso sí, con el privilegio de volver a nacer
cada día, al despertar…
Marcelino Menéndez González