Sólo la lluvia comparte sobre las calles su presencia,
en turbios charcos de nostalgia
de una ciudad vacía
cuyas aceras piso y siento mía,
en mi paseo solitario.
En busca del rumbo de las ausencias
de viento triste, de soledad y tarde,
vislumbrando la última luz que anida,
hacia la lejanía...
Marcelino Menéndez González
hermosos escritos que dejan un sabor a regresar a tu blog-
ResponderEliminardesde este hermoso sur argentino mis saludos-
te invito a mi pagina web-
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