todas diferentes, conjugando recuerdos
y momentos que se dispersan y alteran
unos a otros, y de ellos sólo queda el poso
de vacíos y tristezas.
Son momentos lánguidos y algunos gratos
y que te penetran al interior, creando
un hueco en el estómago y un latir distinto;
no importa si sucedieron de mañana, tarde
o noche y sus respectivos color de cielo,
pues tienen en común esa vivencia. de ser
singulares y únicos, habiendo llenado
todos tus sentidos de emoción y sentimiento.
Pero viendo que todo ello a nadie importa,
hace que se incremente tu inconformidad
al tener que soportar de forma solitaria
tu sentir, que se vuelve sórdido, triste y
apesumbrado, en unas circunstancias extrañas
-casi todas- sólo recordando, esa etapa que
ya ha pasado y que no volverá.
Te has vuelto así, sin quererlo, una sombra
del tiempo y de la vida.