En mi trasiego íntimo donde moran
pocas pero firmes convicciones,
siento un algo que me subyuga y me atrae
fuertemente, como un acicate a lograr
mis objetivos y propósitos; sabiendo eso sí,
que siempre hay tiempo para conseguir
el valor de ganar…el de ¡creer en uno mismo!.
Ha sido como estar en la penumbra
de una habitación en medio de un intenso silencio
y, de repente, oyeras el golpecito seco
de un clik de la luz que se enciende y sin esperarlo
surgió ese instante que puede cambiar
toda una vida; ese instante mágico que me dio
la respuesta que tanto buscaba y que ignoraba
que estaba dentro de mí.
Entonces, la realidad desplegó sus alas…
Marcelino Menéndez González
pocas pero firmes convicciones,
siento un algo que me subyuga y me atrae
fuertemente, como un acicate a lograr
mis objetivos y propósitos; sabiendo eso sí,
que siempre hay tiempo para conseguir
el valor de ganar…el de ¡creer en uno mismo!.
Ha sido como estar en la penumbra
de una habitación en medio de un intenso silencio
y, de repente, oyeras el golpecito seco
de un clik de la luz que se enciende y sin esperarlo
surgió ese instante que puede cambiar
toda una vida; ese instante mágico que me dio
la respuesta que tanto buscaba y que ignoraba
que estaba dentro de mí.
Entonces, la realidad desplegó sus alas…
Marcelino Menéndez González
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