Para tener
algo que nunca has tenido,
tienes que hacer algo, que nunca has hecho.
Hay espacios del tiempo donde aparecen
momentos adversos y, en ese tránsito,
hay que aprender a vivirlos porque no
me cabe duda
de que, lo que surja de esas
experiencias,
normará e influirá sobre nuestra
futura conducta,
así como las diversas formas de ser,
pensar y sentir.
Y deberemos de contar con la energía
de nuestro ser,
expresada en la voluntad, usándola con
fuerza
e intensidad para alcanzar, metas y
propósitos
que puedan resultar como increíbles,
ante nuestro futuro caminar.
Y sin dejar de sentir que vive en
nosotros,
darnos con ello una seguridad capaz de
disipar
cualquier vestigio de duda o temor,
que pudiera
impedirnos ver el espacio de luz del
porvenir.
Marcelino Menéndez González