Las campanas
al repicar, nunca nos dicen lo mismo;
sus sonidos y
vibraciones son capaces de generar
acentos hondos
y graves, livianos y agudos
y también mensajes
de intensos sombríos…
Mientras el eco
de su sonar va diluyéndose
volviéndose una
resonancia tenue e imperceptible,
cada uno asimila
para sí, el significado
que le haya causado
el misterio y lo clásico de su tañer,
y es entonces
cuando siguen esperando quietas y en silencio
la ocasión, de
que alguien las haga poder repicar de nuevo,
enviando sus
múltiples mensajes al espacio insonoro,
para lograr crear
la magia de ser escuchados
con su din dan
de siempre,
Marcelino Menéndez González
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