23 marzo 2014

CONJETURAS

Cuando floto en el silencio de las conjeturas,
mientras persiste el ingrato insomnio,
pienso en cómo agoniza la luz palideciente
de las velas, cuando están a punto de consumirse;
o aquella ocasión, en que hemos tenido
que tapar con una mentira, la verdad;
también, cuando guardamos cosas para nadie
o no reparamos en las que no nos afectan,
deseando permanecer entre las cañas pacíficas del trigo.
y es que, si a veces no eres capaz de creer lo que ves,
t ienes que creer en lo que sientes.

Lo que si sé hoy, cuando ya no me hablas
y no te miro, es que te siento y te escucho dentro de mí.


Marcelino Menéndez González

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