10 agosto 2014

DONDE NADA ME MOLESTA

 Siento en las sienes mi latir, quedo, muy quedo;
 como si existiera un remanso de paz
 donde nada me inquieta y, me dejo llevar
 por esta agradable sensación, placentera y tranquila,
 que serena mi ánimo y mi voluntad.

 Y donde nada me duele ni nada me molesta;
 y así continúo impasible, sintiendo transcurrir el tiempo,
 que me permite disfrutar de esta singular relajación
 mental y física, en la que no advierto nada negativo
 que me impida estar en total armonía con mi yo interior,
 -a pesar de que nunca me contesta- y sigo escuchando
 mi latir, quedo, muy quedo, haciendo lo que tengo que hacer
 ¡vivir!… mecido por mi conciencia y mirando un azul
 de inmensidad,,,


Marcelino Menéndez González

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