02 septiembre 2014

BALANCE


 Como punto de partida de un impulso,
 con las lágrimas que están en mi
 sin ser lloradas y haciendo un juego
 silencioso de los recuerdos, -que perviven
 agazapados en la memoria ante lo mágico
 y misterioso-, quiero reinventar
 intensas emociones interiores..

 Se que muchas se pierden con el menosprecio
 del olvido, pero otras, consiguen hacerme sentir,
 como si volviera a vivirlas en el regazo
 del espíritu de la dulzura y la emoción.

 Es, como cuando recorres un camino
 y no se vuelve la mirada hacia atrás,
 sin percatarte por ello,de que sin lugar a dudas,
 dejaste vivencias y momentos,
 que hoy tienen y poseen, un valor distinto.

 Y quieres recuperarlos, para tratar de llenar
 los vacíos de nostalgias y ausencias,
 sobre todo cuando se angosta el camino,
 y haces ese balance final inevitable,
 que siempre llega…

 Es el brindis de una nueva ocasión,
 de revivir las cosas buenas del pasado,
 - que siguen siendo las raíces del árbol de tu vida-,
 que alimentan tu estado de ánimo
 de energía inusitada despertando,
 un soporte espiritual capaz, de hacerte más grato,
 el recorrido último.

Marcelino menéndez González

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