Quiero centrar el pensamiento y mirar;
todo habla cuando se observa, los cielos,
los árboles, el viento, el ruido, hasta
el propio silencio...
Hacer una intensa reflexión y valorar cosas,
como la esencia, la energía, y la vibración
sin profundizar sus aspectos decisivos.
Conformarme con imaginar armonía en la
conciencia y respetar límites y derechos
y en lo lúcido de lo mío, disfrutar de las
palabras leídas y escritas, como resultado
de placer interno e inspiración sintiendo
la orilla más íntima de la satisfacción
y el goce intenso y ser capaz de crear, con
singular estímulo, algo legítimo, espontáneo
y auténtico.
y con el precioso metal de la voluntad,
con esos potentes acordes, aliviar el frío
de la soledad, adivinar una llama a través
de la niebla y vivir el paradigma de la propia
vida, sí, la propia, como un rumor de ave
que agita las alas porque no quiere dejar
de volar...
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