Cursan los días sin grandes cambios
en el recuadro de la vida y es que tengo
cada vez menos tiempo, de aquí en adelante.
La luz de la aurora invade las sombras
que regresan a las sombras y es cuando
la mañana aparece a mis pies..
Vuelve el dolor no dicho y la esperanza
que te mantiene como humano y es
que mi alma tiene prisa y quiero la esencia,
porque lo esencial es lo que hace que la vida
valga la pena de vivirla, con la intensidad
que sólo la madurez puede dar.
Y, a pesar de que lo que está quieto no se agita,
seguir caminando con los demás, como
ese último camello de una fila en el desierto
pero habiendo sabido encontrar la paz en la conciencia,
consolándome en sonreir en lugar de llorar,
y callar con ganas de gritar.
De verdad, espero lograrlo.
Marcelino Menéndez González
en el recuadro de la vida y es que tengo
cada vez menos tiempo, de aquí en adelante.
La luz de la aurora invade las sombras
que regresan a las sombras y es cuando
la mañana aparece a mis pies..
Vuelve el dolor no dicho y la esperanza
que te mantiene como humano y es
que mi alma tiene prisa y quiero la esencia,
porque lo esencial es lo que hace que la vida
valga la pena de vivirla, con la intensidad
que sólo la madurez puede dar.
Y, a pesar de que lo que está quieto no se agita,
seguir caminando con los demás, como
ese último camello de una fila en el desierto
pero habiendo sabido encontrar la paz en la conciencia,
consolándome en sonreir en lugar de llorar,
y callar con ganas de gritar.
De verdad, espero lograrlo.
Marcelino Menéndez González
Si, definitivamente que la esperaza nunca se detiene amigo Marcelino, gozar del tiempo, las horas, reir a carcajadas hasta llorar y quedar embriagado de paz, cumpliendo lo deseado.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno lleno de buenos deseos para Tí, Poeta,
MªJosé