No quise alertar a las estrellas
al invadir el espacio celeste, con mis sueños;
y me situé en ese limbo de sombras
queriendo lograr hacer una realidad
aunque sólo fuera, uno de ellos.
Me deslicé en ese propósito usando
toda mi energía y después de tanto buscarme,
no pudo encontrarme y, el tiempo inmutable
en su transcurrir, acabó por llevarme
con la caricia del alba, al intento fracasado
de no poder lograrlo, acabando
con esta ocasión, una vez más.
Se en mi fuero interno, que seguiré intentándolo
una y otra vez, ya que en ello está parte de la
verdadera
esencia y razón de mi vida, -la de saber quien soy-
hasta que logre descubrirlo
Marcelino Menéndez González
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