Estoy viviendo la grata sensación
de un estado anímico tranquilo;
no tengo prisa, no siento ansiedad alguna,
y la soledad en este momento es una
pareja estable y en libertad.
Llego a pensar que la idea y el intento
deberían de adelantarse al impulso
de la acción, es decir, meditar y analizar
nuestros actos, antes de ponerlos en práctica
sin más, y sin el conocimiento de los mismos.
Como estoy convencido cada vez más,
que el que crea no destruye, y es así como
yo sigo creando versos y poemas, sin atentar
contra nada ni nadie, incluido el respeto que se dice
debería de tener por mi obra literaria; y repito
que es un deleite y un disfrute escribir
y hacerlo, expresando con palabras emociones
y sentimientos arrancados de la vivencia propia,
escuchando en el silencio en el que viven
y es cuando, si la emoción dormita, se despierta
la razón de ser, estar y crear, entre espacio y tiempo…
de un estado anímico tranquilo;
no tengo prisa, no siento ansiedad alguna,
y la soledad en este momento es una
pareja estable y en libertad.
Llego a pensar que la idea y el intento
deberían de adelantarse al impulso
de la acción, es decir, meditar y analizar
nuestros actos, antes de ponerlos en práctica
sin más, y sin el conocimiento de los mismos.
Como estoy convencido cada vez más,
que el que crea no destruye, y es así como
yo sigo creando versos y poemas, sin atentar
contra nada ni nadie, incluido el respeto que se dice
debería de tener por mi obra literaria; y repito
que es un deleite y un disfrute escribir
y hacerlo, expresando con palabras emociones
y sentimientos arrancados de la vivencia propia,
escuchando en el silencio en el que viven
y es cuando, si la emoción dormita, se despierta
la razón de ser, estar y crear, entre espacio y tiempo…
Marcelino Menéndez González
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