Con la capacidad de ir guardando en la mente
y la consciencia, hechos ocurridos que
provocaron sensaciones especiales y que,
de una manera singular se van asimilando
en el tiempo, como un recogimiento interior.
Y casi siempre, provocado por adversidades,
llegamos a hacer balance de nosotros mismos,
que nos hacen recapacitar sobre muchas cosas.
Son, como un alto en el camino de ese transitar
que hacemos, sin darle relativa o ninguna importancia,
-sabiendo que la tiene- y es cuando solemos
sintonizar con nuestro interior y nos ponemos a meditar,
debiendo hacerlo con una actitud pacífica, tranquila
y en calma, tratando de generar armonía…
Y encuentras respuestas como la de que el gozo,
no fluye de lo que hacemos sino, en lo que hacemos
desde el fondo de nosotros y es, cuando la conciencia
arrebata el poder al ego y te llenas de energía creativa
y positiva, impulsora de tu vida y si encaminas
esa fuerza, hallarás entonces que dejarás de ser sólo materia.
El resultado es, lo que tú eres, aquí y ahora; es la energía
que no muere porque es infinita, ilimitada.
y eterna, aunque resida temporalmente en tu cuerpo
y simplemente cambia de forma; y cuando se sepa
disfrutar esa energía-haciéndola un deleite-, no necesitarás
permiso para transitar, ya que lo que está dentro de ti, eres tú.
Marcelino Menéndez González
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