05 julio 2010

SAKURA


A veces, sólo a veces,
con los matices simples de lo espontáneo,
siento estremecerse el alma
en una dulce armonía de luz de colores diversos,
llenando de viva emoción
la orilla profunda del sentimiento,
y lo más pleno y sensible del espíritu…

Y como blancas flores del cerezo, caer de sus ramas
en plenitud, sin marchitarse…
celebrando la vida sabia de la naturaleza,
con el símbolo de la delicadeza…

Marcelino Menéndez González

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