15 abril 2012

ENCANTAMIENTO


Toda la luz de la tierra la verá un día el
hombre, por la ventana de una
lágrima.
León Felipe.

Cuando se incorpora el misterio
a la leyenda, con el paso del tiempo,
sigue rescatándose de la oscuridad
con la altura luminosa del conocimiento,
la esencia de la vida; descubriendo
perfiles ignorados de estrellas y vientos
descalzos y perdidos, en el infinito camino
de múltiples asombros y desconciertos.

Y nos permite, a pesar de los percances
como llamas cambiantes de una hoguera,
poder penetrar por los pequeños resquicios
de la bondad, y llegar a descubrir
la inmensa belleza del alma de las cosas.

Marcelino Menéndez González

CONCORDIA


Son, de esas tardes apacibles
que transcurren sin darnos cuenta,
pero que nos colman de beneplácito
el poder vivirlas, al dejarnos
una especial sensación de lo grato
porque en sí, ya lo abarcan todo
con el fondo de su esencia, por los
momentos compartidos y sutilmente
sentidos en el disfrute de una dulce armonía
y placidez, en el regazo del tiempo.

Marcelino Menéndez González

DESPERTAR


Quiero descubrir cada vez algo nuevo;
ya que a veces, ni yo mismo se lo que siento,
como si mis poemas fuesen llevados por el viento,
buscando el rocío de un nuevo día
y éste, se hubiera roto en el anhelo de lograrlo,
y entonces hurgar en la madrugada de tu propio ser
encontrando, que no es suficiente querer despertar,
sino ¡despertar!...

Para encontrar, primero buscar y buscar soluciones
internas no es nada fácil, sobre todo para diferenciar
las cosas que uno quiere, a las que uno puede,
fijando sus límites sin crear sombras en la razón
y lograr conseguir seguir siendo uno mismo,
como el arco-iris, manteniendo su color.

Marcelino Menéndez González

EL ESPÍRITU DEL SENTIMIENTO


No sé si nace,
si brota o emana,
si surge o florece,
si brilla o resplandece;
lo que sé, es que es
¡el despertar!

Que existe, que está,
que vive y que mora dentro de mí
porque ¡lo siento!,
en lo más íntimo de mi cuerpo...
es, ¡ la luz del sentimiento!
y si logro verla, veré en su espíritu
reflejado en el mío tal vez,
el amor verdadero aunque sea
a través, del resquicio de una lágrima. 

Marcelino Menéndez González

LA VOZ DE UN POEMA


Cuando se viste el silencio
de constantes espacios insonoros,
me hace sentir esos extensos vacíos de sonidos
vagando en el éter sutil y sublime, que me trasmite
un fluido imponderable que me llena con la luz
de la inspiración, y me hacen sentir el ser capaz
de crear mil emociones.

Que me encaminan
a un horizonte de palabras que emanan de mi interior,
plenas de ansias por surgir, plagadas de sensibilidad
y con la esencia más pura del sentimiento.

En el tropel de su manantial
tengo que crear su sentido de existir,
para ser capaces de expresar y trasmitir
mi estado emocional, expresando las vibraciones
que poseen en una simbiosis capaz de estimular
otras sensibilidades.

Habrá nacido entonces la voz sonora y la palabra
escrita, de un poema…

Marcelino Menéndez González

CUÁNTAS COSAS


La vejez es el precio de estar vivo.

Cuántas cosas quise ser y no fui,
cuántas quise sentir y no sentí,
cuántas deseé amar y no amé,
cuántas perdonar y no perdoné,
cuántas olvidar y no olvidé,
y todo lo que ya es imposible de cambiar
subyace en mi interior,
como el caudal de un río que transcurre
con sus aguas y meandros recordándomelo,
en los momentos de reflexión…

Y que me impiden –en ese balance de la vida-,
no hallar aún esa paz interna,
de la que tanto anhelo apreciar y ver su belleza
reflejada para siempre, latiendo conmigo.

Marcelino Menéndez González

LO INTANGIBLE


Se crea en la mente
lo intangible y me impulsa
para que se haga realidad
y, se desprenda y surja
de mi intimidad.

Que no se interrumpa,
que fluya como cauce de infinito
y si tuviera alas de aurora,
realizar ese vuelo hacia
el rumbo de cualquier distancia
y viajar hasta alcanzar,
el más profundo perfil de lo real.

Marcelino Menéndez González

MAGNIFICENCIAS


Contemplé extasiado el ocaso
en el desierto y en las montañas,
ví el despertar de la aurora
en el límite entre cielo y mar,
aprecié lo mágico de los colores
de muy diversas especies florales
y con la lluvia surgir el arco iris;
en mi hombro se posó una mariposa
y ante tales magnificencias,
por un momento sentí...
lo privilegiado y a su vez, lo pobre que soy...


Marcelino Menéndez González

OSCILACIONES


Hay hechos, circunstancias o palabras
que nos marcan para siempre y que llevamos
como una cicatriz latente, a pesar de la perspectiva
de la voluntad de intentar olvidarlos.

Aunque todo sigue perviviendo con el asombro
de existir y como si todo formara
un vasto río de vida; no obstante como si surgiera
del fondo de algo que no sabemos, pero que habita
en nosotros…

Hay gustos y hay hastíos, pero para lograr una vida
interesante, habría que hacer lo que te gusta
y ello, no es fácil.

Al cabo de todo pienso, que por muy frío y desapacible
que sea el invierno, al final nos trae la primavera.

Marcelino Menéndez González

UN ANHELO


Ante mi particular asombro
y en singular desconcierto,
surgió lo imprevisible de un anhelo
con una curiosidad incansable
de tratar de obtener su ansiada realidad.

Y al no conseguirlo, en los espacios
de un instante se hundió en el éter
con un destino que desconozco, en busca
de lo aún no hallado...
¡la propia vida!.


Marcelino Menéndez González

VEHEMENCIA


Cuando se estremece nuestro interior
de fuertes emociones,
y nos hace vibrar hasta la extenuación
convirtiéndolas en energía vital,
es cuando más cerca se puede sentir
el surgir del verdadero centro de la existencia,
-el más íntimo y profundo- del que emanan
los sentimientos más claros, limpios e intensos,
capaces de enriquecer la razón,
de la vida misma…

Marcelino Menéndez González