15 abril 2012

VEHEMENCIA


Cuando se estremece nuestro interior
de fuertes emociones,
y nos hace vibrar hasta la extenuación
convirtiéndolas en energía vital,
es cuando más cerca se puede sentir
el surgir del verdadero centro de la existencia,
-el más íntimo y profundo- del que emanan
los sentimientos más claros, limpios e intensos,
capaces de enriquecer la razón,
de la vida misma…

Marcelino Menéndez González

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