Contemplé
extasiado el ocaso
en
el desierto y en las montañas,
ví
el despertar de la aurora
en
el límite entre cielo y mar,
aprecié
lo mágico de los colores
de
muy diversas especies florales
y
con la lluvia surgir el arco iris;
en
mi hombro se posó una mariposa
y
ante tales magnificencias,
por
un momento sentí...
lo
privilegiado y a su vez, lo pobre que soy...
Marcelino Menéndez González
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