Vamos siendo nuestra propia isla
rodeados de los límites de las aguas,
de nuestro propio mundo…
viéndonos así mismos, como un destino
que no escapa al orden universal.
Quizá buscando lo que nunca fue,
y si fue, es eso que no se dice
y se queda en el borde de las cosas,
en un atisbo de eternidad.
Viviendo el propio cauce
sintiéndolo fluir al rededor tuyo,
ya sea materia o esencia y todo
lo que no se encuentra bajo otra perspectiva,
pero donde tu agua, será siempre mi agua…
rodeados de los límites de las aguas,
de nuestro propio mundo…
viéndonos así mismos, como un destino
que no escapa al orden universal.
Quizá buscando lo que nunca fue,
y si fue, es eso que no se dice
y se queda en el borde de las cosas,
en un atisbo de eternidad.
Viviendo el propio cauce
sintiéndolo fluir al rededor tuyo,
ya sea materia o esencia y todo
lo que no se encuentra bajo otra perspectiva,
pero donde tu agua, será siempre mi agua…
Marcelino Menéndez González
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