es algo que cada vez hago menos;
lo que si tengo claro, es el realismo
de la vejez con el arte de la reflexión
y la experiencia de los fracasos,
aunque sigo encontrando en ese movimiento
pendular, respuestas diferentes a las mismas
preguntas.
Quiero dejarme ser viejo y con la plasticidad
cognitiva de la vejez, ya que es algo maravilloso,
si es digna y con salud pero eso sí,
sin dejar de ser fiel a mí mismo y sintiéndome
agradable en la auto estima.
Seguir con el ánimo despierto en ese continuo
rastreo para encontrar mi real forma de
expresarme, sin etiquetas y con sencillez y no
dejar de pasearme por las tardes-noches, oliendo
la tierra mojada, el galán de noche y el jazmín.
Proceder con la conciencia tranquila, como
acto generador y continuado, siempre en esa
búsqueda de lo simple y de la ingenua ternura,
y hallar por fin, la esencia vital que culmina
con su final.
Marcelino Menéndez González
¡Qué bello poema! Agrada encontrar un oasis tal de experiencia en estos barrios, más frecuentados por jóvenes como yo, con tanto que aprender. Un placer leerle.
ResponderEliminarSaludos.
can you email me: mcbratz-girl@hotmail.co.uk, i have some question wanna ask you.thanks
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