10 junio 2011

EN EL FILO DE LA NAVAJA



Parece como si todo existiera
con mensajes ocultos y sus contrastes;
cosas con idioma propio en la textura de la vida,
aromas, sonidos, colores, armonía, equilibrio,
y es, con el incesante reclamo de mi propia conciencia,
que me pregunto…
Si el alma no nace ni muere, si el alma es permanente,
¿quién es uno?.

Si una cosa me envejece más, es estar en donde
no hay ni principio ni fin, sin capacidad, sin energía,
sin actividad propia y por ello busco,
el centro de la existencia, el más interno y real.
aquel en el que permanece el llanto de la niebla,
la humedad de los bosques en las horas tempranas,
y los retoños brotan y se suman a la rama vital.

Y a pesar de prisas, miedo, dudas, tensión,
como mallas cautelosas de la noche
circundado de acechanzas, permanezco
rebasado de ansiedad, preguntándome
¿qué parte de “no debes” no he entendido?…


Marcelino Menéndez González

2 comentarios:

  1. Anónimo5:03 p. m.

    Cada vez que leo éste poema más me gusta,
    Saludos querido amigo Poeta.

    MªJosé

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  2. Anónimo9:13 p. m.

    Hermoso este escrito, quien hace una busqueda así con el corazón, ese vivirá.

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