10 junio 2011

VIAJAR EN EL SILENCIO



En la vacuidad de la duermevela.
los silencios me proyectaron a invadir
sitios y momentos increíbles;
a ratos con extrema velocidad y otros
de forma lenta y parsimoniosa aunque,
todos ellos de enorme intensidad…

Fue como realizar un viaje donde ignorabas
si ibas o venías, y si tú eras el que se movía
o las cosas venían hacia ti; lo hacías eso sí,
viendo paisajes, personas, si bien en tiempos
y lugares distintos pero como secuencias
ordenadas que permitían captarlas y disfrutarlas,
aunque todo de forma muy breve.

Se reproducían instantes del pasado, así como
algunos recientes pero todos, con la sensación
muy clara de poder verlos y vivirlos, como
una segunda vez, como si la propia conciencia
los creara, dándote una nueva oportunidad
para poder analizarlos de nuevo.

De esa forma, mostrarte cómo poder hallar
una interpretación más adecuada de los contenidos,
ya que no es la taza la que añade calidad y sabor
al café, -ya que solo reviste lo que bebemos-,
sino que, lo importante es el propio café,
y más aún la propia vida.

Marcelino Menéndez González

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