28 agosto 2006

LA ÚLTIMA VEZ

La tarde se volvió sombría
y su mirada era triste,
aunque sonreía.

La lluvia dejó su peculiar
olor a tierra mojada,
y sin poder creer que sucediera,
surgió el adiós y sentí
cómo el silencio, nos envolvía.

Y volvió la lluvia y llegó la noche
y nosotros queriendo hallar
entre sombras,
el amor...que ya no existía.

Marcelino Menéndez González

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