28 enero 2009

LOS CANTILES


Quiero estremecerme
de la escritura de un paisaje,
con líneas trazadas en un lienzo
para esbozar y dibujar
diversidad de formas y colores.

Al presenciar lo austero
de laberintos pétreos,
en umbrales de intemperie
propios de litorales,
con paredes abruptas
de masas calcáreas
y crear un mundo subterráneo,
de cuevas, galerías y grutas.

Pedreras en sus laderas
y esteras cortadas, que escalan
los cantiles para vestirse
y arroparse de matorrales,
con líquenes que adornan
sus grises de piedra milenaria,
ante los incansables embates
de olas desesperadas,
que erosionan sus entrañas.

Y sus aristas como lanzas,
para armarse ante los ocasos
y defender en la distancia
ser cegados por su luz,
dando sentido a los espacios
al contemplar los contrastes de la vida
entre tierra, mar y cielo
y el sentir de mi mirada.

Marcelino Menéndez González

LA BELLEZA IGNORADA



Quisiera dejarme dormir,
para penetrar en esas sombras que te llevan
fuera de la realidad, en una huida fugaz
ante el espacio vacío circundante
en el húmedo aire nocturno.

Y en un bosque ya sin luz del ocaso,
encontrar instantes mágicos e imaginar
cuantos rincones permanecen olvidados
a pesar de su belleza ignorada.

Sentir, cómo sería aprender a descifrar
mensajes sin palabras, como el primer canto
al alba, antes de amanecer, de un solitario
petirrojo anticipándose a todos, o el observar
cómo surge el caracol de su concha, o el inicio
de la construcción de nidos, ante el frenesí
de la primavera.

Descubrir la luz que se halla encerrada
en la materia y que determina la estructura
de un lugar. Y sabiendo que todas las jornadas
llegan a su término y estos sueños también,
recapacito y sigo pensando que hay cosas
que no llego a entender, como la de no saber
disfrutar de tanta belleza como existe.

Marcelino Menéndez González

INSOMNIO


Corta la distancia
pero largo el camino.

Aunque apague la luz
el insomnio me acompaña,
con las aristas de mi cuarto
y el frío abrazándome los pies.

Mi mente sin lazos, sin recuerdos,
sin mensajes, sólo la conciencia
de una fuga hacia la nada y su infinito,
pretendiendo ocultarme su oquedad
cruzando el horizonte, donde el sueño
se confunda y se pierda en las horas
vacías y yo, sin conseguirlo.

Mientras, se desliza el tiempo y el agua
busca orillas donde descansar...

Marcelino Menéndez González

INQUIETUD



Después de una noche
profundamente dormido, sin soñar,
me despertó la inquietud con la luz
de la mañana, como si estuviera
dentro de una esfera de cristal...
y me dije...son los momentos de impregnarse
de introspección y meditación y asear,
los sentidos ante lo mágico de la vida.

Hay que reflexionar para buscar, sentir
y comprender, la naturaleza de ese alma
que llevamos dentro y, si somos nuestra alma,
iniciar ese camino que comienza en la creencia.

Y me pregunto, ¿es que escribo para conocerme?,
¿y cuál es la fecha límite?, ¿existe acaso?,
¿o llega cuando la tarde va a morir en los caminos?,
¿queda aún espacio y tiempo?,mientras, el sosiego
me mantiene expectante y a la espera, a pesar
de ondulaciones en el aire ¿en la percepción
de esa esencia?...

Marcelino Menéndez González

CRECER


Quisiera pensar que los pájaros
también anidan sueños,
ansiando no dejar de volar
cada mañana, con la primera luz del alba,
o imaginar como determinadas hojas
nos llegan en una taza de té.

Quisiera hacer una pausa y reflexionar,
y que esa reflexión sea un arroyo de ideas,
con sus mensajes de calidad humana
capaces, de conectar con el alma.

En la vida misma, recibimos malos momentos
pero hay que aprender a filtrarlos,
y quedarse sólo con lo positivo, como algo
que así se defina y nos construya,
y nos haga crecer como personas de bien
aunque, para algunas cosas,
no deberíamos crecer nunca.

Marcelino Menéndez González

07 enero 2009

CON UN HILO DE LUZ


Con un hilo de luz,
como una línea dentro de una sombra
adivinando el límite, el viento pulsa
el instante, de los sueños que me quedan.

Merodeando las dudas, se acercan los ecos
de la vida y las respuestas del tiempo,
que pierden altura sobre los recuerdos
ante el idioma dormido de las cosas,
mezclando el paso de las nubes y el vacío,
con raíces oscuras debajo de la tierra.

Y en esa incertidumbre, como un sueño
recién llegado, siento que me acerco a las
orillas de la plenitud para evitar,
que muera la palabra en el verso y la
ciegue la luz del silencio y prevalezca
junto a la voz del mar de las caracolas
evitando su naufragio, en el hueco
de cualquier propósito, llenándolo
de espacios de ilusiones, sueños y realidades.

Marcelino Menéndez González

EXPERIENCIA AJENA


Cuando abre sus ojos la inquietud
arrancada de las ramas del tiempo,
quiero recordar una historia que nunca viví
y de un sitio que no estuve jamás.

Por mí oída, era la de una persona
que iba con paso presuroso hacia un lugar,
diciendo que vivir es vibrar a cada instante
y que ya no le quedaba tiempo, pues sólo le
restaba un pequeño espacio de vida.

Su andar era, por caminos internos queriendo
llegar a su propio yo y conocerse así mismo,
frente a realidades diferentes, ante expresiones
de conciencia en su búsqueda espiritual
de armonía, llevando a cabo una continua
meditación, como estado de cognición intensa
e inmediata, en donde su personalidad
se hallaba absorta, en una relación intensa
aunque infinita.

Al final decía sentir, una sensación muy plácida
al apreciar una intensa luz, que dejaba
a la sombra vencida pero, sin haber culminado
su especial propósito y con un escozor de ojos
antes de las lágrimas, expresó...a mi lado
ha pasado la vida y yo sin haber logrado sentir
vivirla ..pero vivirla.¡dentro!.
Marcelino Menéndez González

LUZ Y SOMBRAS


Lo que está despierto en mi
mientras duermo, me llevó a penetrar
en las sombras y las tinieblas
de la duda y la ansiedad, y al perderme
en ellas, tomé conciencia de lo absurdo
y de las sombras que viven en el alma.

Parece entonces como si se abrazaran
a lo complicado, lo difícil, lo arduo
y hasta lo húmedo. Pero ¿cómo saber
que sólo son unas sombras?...

De repente, sin esperarlo, en lo más lejano
de ese espacio de penumbras, surge un haz
de luz que se acerca poco a poco y se
despliega y lo abarca todo con una fuerza
de intensidad inmensa y se desplaza sobre ellas,
y las invade y las vence, convirtiendo
lo complejo en lo más simple, sencillo, fácil
y natural y todo se transforma en un estado
propicio, para cualquier creación nueva
y positiva de un espíritu de luz.

Mientras en mí, se fue creando la vejez
y me siento como hierba de soledad, hierba vieja
sepultada en escarcha con signos y vacíos
de invierno.

Entonces, Elfo y el frío me despertaron....

Marcelino Menéndez González

MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE


Quisiera poder penetrar
en cada ocasión de búsqueda
en la que pueda resultar
un momento de encuentro,
y quizá tal vez hallar esa llave
que abra la puerta de los misterios.

Entregarme a cada instante de vida
buscando lo mágico que pueda caber en un día,
o el sabor que puede tener una tarde,
creyendo eso sí, que todo es posible
a pesar de la realidad, que quiera cambiarlo.

Y aunque la edad se me echó encima
y ya confundo las cosas en el recuerdo,
nada me impide todavía, apreciar que
la luz, la sombra y la música son, el medio
de comunicación desprovisto de palabras,
y que siempre hay algo en la conciencia
que permanece más allá del horizonte,
que te dice, que si no hay luz no hay colores
y que todo, no es por casualidad.

Marcelino Menéndez González

UN INSTANTE QUE ME TOCA


Indiferente cayó la tarde,
pero me dejó descubrir, ese campo
de energía que está en nuestro interior,
y que puede alterar los estados de conciencia.

En su sentido tonal, donde en su parte
racional y sensorial todo y nada es posible;
es un mundo de apariencias y de ilusiones
no consensuadas, donde nada debe darse
por supuesto.

Es algo que no puedo llegar a explicar
y que desconozco para descifrarlo, pero
que sin embargo, ¡está aquí!.

Es como aceptar que las nubes que cubren
lo alto tienen un solo lado –el que vemos-,
y lo imposible que resulta encontrar cómo dos
hojas pueden ser iguales, en ningún bosque.

Y del cómo ese instante que me toca,
me hizo sentir un espacio desnudo que
genera vacío y es que, el frío que tenía en
ese momento,,,estaba en mí.

Fue entonces cuando se perfilaron los bordes
de las sombras cuando cae la oscuridad,
y la noche apareció con el silencio.
Marcelino Menéndez González

03 enero 2009

UN BREVE SUEÑO


“Porqué sólo aquellos que se arriesgan
a ir muy lejos, pueden llegar a saber
que pueden ir”... T.S.Eliot

Esta tarde, después de sentarme placidamente,
con las piernas extendidas y las manos entrecruzadas,
en medio del silencio me quedé dormido.

Soñé en algo que era mío en mi y se fundió
en mi pensamiento e inicié un viaje, a distancias
impensables y sentí como se rompían los días
en los silencios, y ví auroras que cantaban,
y cómo la flama era compendio del fuego
y de la brasa y contemplé lágrimas sin ser
lloradas y supe que mi alma existe aunque no la veo.

Aprecié cuando resbala lo oscuro a la luz,
y la dulzura amortigua la aspereza;
noté que las palabras tienen relieve;
y mientras se perfilaban los bordes de las cosas,
y de las piedras de un camino, viví la sensación
de que algo entraba en mi sin más, como un zureo
de palomas ... un no deseado despertar...
Marcelino Menéndez González

PENSAMIENTOS



Cuántas veces quiero averiguar y saber
lo que siento dentro de mí y que no soy
capaz de ver, por invisible...

También me asombra por infrecuente,
ver como algunas hojas que aún bullen
y respiran en los chopos, resisten ante
el frío otoñal y como todo acaba cayendo
del lado que se inclina, aunque se distribuyan
espacios, entre raras distancias y presencias...

Marcelino Menéndez González

LA PERCEPCIÓN


Quiero abrir la puerta de la percepción
y a través de los sentidos,
recibir, elaborar y descifrar
la información que proviene de vivir
todas las sensaciones posibles,
dándoles significado e interpretación.

Que si la noche preludia amaneceres,
del cómo ver la niebla desaparecer en ellos,
percibir la pureza y lo nítido del silbido del tordo,
distinguir los colores según la luz, o del cómo
se enjutan los rostros con el frío, cuando no
les llega el sol.

Todas las distorsiones, cambios y deformaciones,
y del cómo la soledad no hace preguntas
cuando se vuelve infinita...y, en el ámbito
de las meditaciones, ver cómo surge aquella
en la que te detienes, porque no encuentras la respuesta
ya que se necesita poseer una inteligencia
que juzgue y un conocimiento previo que sea
la base, en que se apoye un juicio moral y que
a veces llamamos conciencia...

Qué difícil resulta entonces, saber la justa
medida del tiempo.

Marcelino Menéndez González

ESA LUZ DE TUS SILENCIOS



Es en tu compañía casi callada
en la que, cuando me hablas con voz
muy queda, sólo escucho el susurro ligero
de palabras desvaídas, con distinta luz
de un prolongado silencio.

Pero, al penetrar en lo mágico
de esa quietud, siento deslizarse en mí
un sexto sentido con el que me invades
de tu energía subliminal y que percibo
en el marco intenso de los estímulos;
es entonces, cuando descubro el misterio
de tu esencia, admiro el control de tu fuerza
emocional y llego a contemplar,
esa luz de tus silencios...

Marcelino Menéndez González

ENSUEÑO



Fue un momento sublime
entre espacio y tiempo; lo increíble
surgió pleno de encanto y luz,
con la caricia tierna de la brisa y fue
cuando tu mirada invadió la mía
y la adornó de una sensación profunda
rodeándola de todas las orillas
del ensueño y me hizo sentir la emoción
más intensa de lo grato y latió la realidad
en medio de lo que sólo era un sueño.

Viví entonces la vibración de creer
transformarme en un ave y volar, volar
por los espacios de lo inaudito, aspirando
y libando la pura esencia de lo bello.

Marcelino Menéndez González