Indiferente cayó la tarde,
pero me dejó descubrir, ese campo
de energía que está en nuestro interior,
y que puede alterar los estados de conciencia.
En su sentido tonal, donde en su parte
racional y sensorial todo y nada es posible;
es un mundo de apariencias y de ilusiones
no consensuadas, donde nada debe darse
por supuesto.
Es algo que no puedo llegar a explicar
y que desconozco para descifrarlo, pero
que sin embargo, ¡está aquí!.
Es como aceptar que las nubes que cubren
lo alto tienen un solo lado –el que vemos-,
y lo imposible que resulta encontrar cómo dos
hojas pueden ser iguales, en ningún bosque.
Y del cómo ese instante que me toca,
me hizo sentir un espacio desnudo que
genera vacío y es que, el frío que tenía en
ese momento,,,estaba en mí.
Fue entonces cuando se perfilaron los bordes
de las sombras cuando cae la oscuridad,
y la noche apareció con el silencio.
pero me dejó descubrir, ese campo
de energía que está en nuestro interior,
y que puede alterar los estados de conciencia.
En su sentido tonal, donde en su parte
racional y sensorial todo y nada es posible;
es un mundo de apariencias y de ilusiones
no consensuadas, donde nada debe darse
por supuesto.
Es algo que no puedo llegar a explicar
y que desconozco para descifrarlo, pero
que sin embargo, ¡está aquí!.
Es como aceptar que las nubes que cubren
lo alto tienen un solo lado –el que vemos-,
y lo imposible que resulta encontrar cómo dos
hojas pueden ser iguales, en ningún bosque.
Y del cómo ese instante que me toca,
me hizo sentir un espacio desnudo que
genera vacío y es que, el frío que tenía en
ese momento,,,estaba en mí.
Fue entonces cuando se perfilaron los bordes
de las sombras cuando cae la oscuridad,
y la noche apareció con el silencio.
Marcelino Menéndez González
ME GUSTA MUCHO SUS POEMAS, TIENEN MUCHA SENSIBILIDAD. SEGUIRE LEYENDOLOS, SALUDOS.
ResponderEliminarGERMANIA