13 julio 2009

NOCHE ESTEPARIA


El remanso y la magnificencia
representados en una noche serena
y oscura de eriales extensos;
viviendo sensaciones distintas a todo
al sentir esos grandes espacios de oscuridad
casi total, y la majestuosidad infinita
de un cielo indescifrable de estrellas.

Una vivencia única en que, al no existir
los contornos, puede significar todo
lo inimaginable; distancias enormes, miedo,
estupor, con la invasión de soledades y silencios,
con temperaturas extremas y diferentes.

Son vivencias insondables en las que te percatas
del sentido de la pequeñez, ante tanta magnitud
y donde todo parece permanecer estático.

Sin duda puede llegar a ser uno de los escenarios
naturales más imponentes, desoladores
y espectaculares, en los que uno pueda hacer
acto de presencia, tratando de describirlo
con la realidad más increíble vivida, en ese espacio
donde deja de existir el horizonte.


Marcelino Menéndez González

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