En los murmullos cuando sueño
entre esa tenue oscuridad, surge
un mortecino haz de luz que en un
continuo fluir, me descubre
un inabarcable infinito de conclusiones
temerarias, en el que recapacito sobre
promesas no cumplidas, desabridas actitudes,
y con ello, desconsoladas percepciones
en el alma.
No quiero entonces almacenar esos residuos
de la indiferencia, ni resentimientos oscuros
llenando con ellos la sensación de vacío
en mi interior, porque no se llena; sólo a través
de pinceladas de amor, soñando un proyecto de vida
e insistir hasta que ese proyecto se realice,
y que todo pueda resultar un aventura maravillosa,
y no, un envoltorio vacío con un montón de nada…
entre esa tenue oscuridad, surge
un mortecino haz de luz que en un
continuo fluir, me descubre
un inabarcable infinito de conclusiones
temerarias, en el que recapacito sobre
promesas no cumplidas, desabridas actitudes,
y con ello, desconsoladas percepciones
en el alma.
No quiero entonces almacenar esos residuos
de la indiferencia, ni resentimientos oscuros
llenando con ellos la sensación de vacío
en mi interior, porque no se llena; sólo a través
de pinceladas de amor, soñando un proyecto de vida
e insistir hasta que ese proyecto se realice,
y que todo pueda resultar un aventura maravillosa,
y no, un envoltorio vacío con un montón de nada…
Marcelino Menéndez González
SIEMPRE QUE PUEDO ENTRO EN TU BLOG PARA LEER TUS BELLAS POESÍAS, TE REPITO QUE SON MUY MODERNAS, UN ESTILO MUY PERSONAL Y TRANSMITIENDO UNOS MENSAJES CON MUCHOS VALORES... HASTA EL SÁBADO D.M. UN SALUDO.
ResponderEliminarHola Marcelino POETA,
ResponderEliminarEl entrar leer tan hermoso sentimientos me hace bien. Gracias por escribir tan bonito.
MªJosé