Se desprenden los sueños desde mi añoranza,
y fluyen como aguas de un manantial impregnado
de sentimientos; se entrelazan en una urdimbre
increíble de sensaciones, acariciando de sutil goce
la orilla más profunda de mi propio ego.
Y me hacen estar, ser y sentir, dentro de un bienestar
infinito, que me proporciona el disfrute más intenso
y sereno, de un estado grato de armonía.
Todo se impregna entonces de cosas positivas, energía,
esencia y de una diáfana luz, que ilumina cualquier
vestigio de penumbras y en donde además persiste,
una fuerza intensa de vida, que me abraza hasta
el último suspiro de mi aliento.
Y sin robarle inspiración a la tristeza, guardo
en el equipaje de los recuerdos estos sueños,
como si fueran una renovada realidad, que inunda
de pequeñas grandes cosas mi estado emocional.
Sé que por siempre será así, porque pervivirá como
algo mágico y distinto a todo, mientras en mí haya
conciencia de que sigo vivo y, sin poder dejar de amarte,
seguirás siendo algo más que un afán y
una eterna ansiedad…
y fluyen como aguas de un manantial impregnado
de sentimientos; se entrelazan en una urdimbre
increíble de sensaciones, acariciando de sutil goce
la orilla más profunda de mi propio ego.
Y me hacen estar, ser y sentir, dentro de un bienestar
infinito, que me proporciona el disfrute más intenso
y sereno, de un estado grato de armonía.
Todo se impregna entonces de cosas positivas, energía,
esencia y de una diáfana luz, que ilumina cualquier
vestigio de penumbras y en donde además persiste,
una fuerza intensa de vida, que me abraza hasta
el último suspiro de mi aliento.
Y sin robarle inspiración a la tristeza, guardo
en el equipaje de los recuerdos estos sueños,
como si fueran una renovada realidad, que inunda
de pequeñas grandes cosas mi estado emocional.
Sé que por siempre será así, porque pervivirá como
algo mágico y distinto a todo, mientras en mí haya
conciencia de que sigo vivo y, sin poder dejar de amarte,
seguirás siendo algo más que un afán y
una eterna ansiedad…
Marcelino Menéndez González
El verdadero amor todo lo tamiza, ensalzando las virtudes, desechando los vicios.
ResponderEliminarEs amor, o es que uno es tonto???... jeje... no, es broma.
Un Abrazo.
Ay Amigo Poeta, Marcelino, que hermoso latir, que belleza de sentimientos, que forma tan magistral de entonar los recuerdos, la melodia del ayer hilvana las ganas de vivir de hoy.
ResponderEliminarmaravilloso¡¡¡
un cariñoso saludo te envio
MªJosé
Hola estimado Poeta Marcelino:
ResponderEliminarSalvaguardar los recuerdos del olvido de los sentimientos y las emociones.Que hermoso¡¡¡
La palabras sustituyen a los dias y la perpectiva de una existencia se enriquece ante la verdad amorosa.
Un abrazo calido,
aplausos!!
ResponderEliminarel amor motor de todo nuestro andar...
un abrazo de paz