11 abril 2010

EXPERIENCIAS


A veces convendría dejarse llevar por las emociones,
arriesgando consecuencias previsibles
tratando de valorar su resultado; quizá sería
un medio de conocer, de lo que somos capaces
de sentir, sufrir o disfrutar, en ese recorrido
por el filo de una navaja, de especiales momentos
de nuestra vida.

Evadirnos de actos rutinarios y penetrar
en nuevas experiencias, empleando las mejores
cualidades que poseemos, para poder evolucionar
a tiempo ante imprevistos, pero averiguando también
nuestras posibilidades y determinar nuestra capacidad
de reaccionar ante situaciones límite y con ello
asumir una forma de comportamientos.

Porque no se pueden dibujar las raíces de una planta,
de la que sólo se ven las hojas, ni tampoco poder imaginar
una llama y sus colores hasta que no se enciende, viendo
que sube, que baja, que tiembla y se apaga, según
las variaciones del aire que la circunda.

Ya que muchas veces también, se atribuye
más importancia a lo que ignoras, que a lo que conoces,
aunque hay otras muchas cosas que sólo se pueden ver
y apreciar con la reflexión…

Marcelino Menéndez González

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