Quiero dar voz al pensamiento
y gozando el placer de contemplar el sol
con su oro mudo, recomenzar
el encanto de la vida.
Abrir las ventanas a la tolerancia
y la paciencia con la capacidad de la madurez,
y poseer la sensibilidad de saber y poder decir,
me equivoqué, perdóname o te necesito…
Jamás desistir de mis propósitos
y que el viento no se quede entre el mirar y el ver,
descubriendo quien eres y cómo eres,
haciendo lo que hayas dejado de hacer,
hallando la razón y la forma de conseguirlo,
con una serenidad intoxicante si es preciso.
Entonces, abrazando todos los momentos, las ocasiones
surgirán, como semillas de frutas del paraíso,
atravesando el tiempo y como algo subliminal,
un nuevo amanecer…llegará.
Marcelino Menéndez González
y gozando el placer de contemplar el sol
con su oro mudo, recomenzar
el encanto de la vida.
Abrir las ventanas a la tolerancia
y la paciencia con la capacidad de la madurez,
y poseer la sensibilidad de saber y poder decir,
me equivoqué, perdóname o te necesito…
Jamás desistir de mis propósitos
y que el viento no se quede entre el mirar y el ver,
descubriendo quien eres y cómo eres,
haciendo lo que hayas dejado de hacer,
hallando la razón y la forma de conseguirlo,
con una serenidad intoxicante si es preciso.
Entonces, abrazando todos los momentos, las ocasiones
surgirán, como semillas de frutas del paraíso,
atravesando el tiempo y como algo subliminal,
un nuevo amanecer…llegará.
Marcelino Menéndez González
Cuanta mesura en cada linea, equilibrio y amor al escribir Poeta Marcelino.
ResponderEliminarFantastico,
MªJosé