Estoy perdido en un sueño, ¡tú!,
y envidio todo lo que te rodea
como lo que se llena de maravillosa belleza
con tu sólo recuerdo, acelerando mis latidos
a vibraciones de especial significación,
que exacerban mis sentidos a lo máximo
con sutil y dulce entrega.
La dichosa ocasión de caminar a tu lado
por el mismo sendero, escuchando la misma melodía,
entrecruzando nuestras miradas con la sensación
de sentir, la más dulce fantasía de amor
y el más delicioso de los sueños…
Déjame sentirme asido a tu mano; déjame
seguir soñando y deja que siga escuchando
nuestra música, imaginando que estás aquí
y que todo se convierte en la más ansiada realidad,
y yo estaré bien si lo logro, cuando mis tristezas
se hayan ido estando lejos de ti,
porque cerraré los ojos y se que ¡te veré!,
viviendo al unísono el tierno amor que compartimos.
Marcelino Menéndez González
y envidio todo lo que te rodea
como lo que se llena de maravillosa belleza
con tu sólo recuerdo, acelerando mis latidos
a vibraciones de especial significación,
que exacerban mis sentidos a lo máximo
con sutil y dulce entrega.
La dichosa ocasión de caminar a tu lado
por el mismo sendero, escuchando la misma melodía,
entrecruzando nuestras miradas con la sensación
de sentir, la más dulce fantasía de amor
y el más delicioso de los sueños…
Déjame sentirme asido a tu mano; déjame
seguir soñando y deja que siga escuchando
nuestra música, imaginando que estás aquí
y que todo se convierte en la más ansiada realidad,
y yo estaré bien si lo logro, cuando mis tristezas
se hayan ido estando lejos de ti,
porque cerraré los ojos y se que ¡te veré!,
viviendo al unísono el tierno amor que compartimos.
Marcelino Menéndez González
De forma depurada representa ésta poesia a quien la he escrito.
ResponderEliminarHermoso poema, Poeta Marcelino felicidades.
MªJosé