He construido mi mundo
a veces de forma trémula
pero, sabiendo lo que me era necesario
y que siempre presentí dentro de mí;
una fuerza de vida que sigue
estando ahí, con lo importante que es hallar,
el porqué del sentido de las cosas
manteniendo el equilibrio vital preciso.
También a veces me sumerjo
en pensamientos donde apenas quedan rastros,
de recuerdos acabados con un exiguo resplandor,
y la sensación de haber tenido y haber perdido
vivencias y momentos, sintiendo entonces
no tener nada…a pesar de buscar alegrías
que jamás hallaron su día.
Hoy sigo conservando esa fuerza de vida,
que aprecio se esconde también en los árboles
y surge cada primavera, como símbolo
de la delicadeza de renovadas floraciones,
y a mí me permite seguir viendo arder las cumbres,
para alargar mi propio ocaso, aunque aún
quede tiempo para quemar la noche…
Marcelino Menéndez González
a veces de forma trémula
pero, sabiendo lo que me era necesario
y que siempre presentí dentro de mí;
una fuerza de vida que sigue
estando ahí, con lo importante que es hallar,
el porqué del sentido de las cosas
manteniendo el equilibrio vital preciso.
También a veces me sumerjo
en pensamientos donde apenas quedan rastros,
de recuerdos acabados con un exiguo resplandor,
y la sensación de haber tenido y haber perdido
vivencias y momentos, sintiendo entonces
no tener nada…a pesar de buscar alegrías
que jamás hallaron su día.
Hoy sigo conservando esa fuerza de vida,
que aprecio se esconde también en los árboles
y surge cada primavera, como símbolo
de la delicadeza de renovadas floraciones,
y a mí me permite seguir viendo arder las cumbres,
para alargar mi propio ocaso, aunque aún
quede tiempo para quemar la noche…
Marcelino Menéndez González
La busqueda siempre será una continuidad de gastar la felicidad, encontrando esa conquista personal, donde no haya duda alguna que, seguir es permanecer, recobrando el equilibrio para un disfrute pleno.
ResponderEliminarMis saludos para mi poeta favorito, Vá por ti Marcelino, felicidades por tan brillante poema.
MªJosé
Me presento Marcelino, soy Isabel, tengo en mis manos tu libro, El amor en el columpio de su vaivén, espléndido, me ha encantado y lo estoy disfrutando despacio, lo encontré en la biblioteca de Lugo de Llanera, pues aquí vivo, y además del placer que me produjo encontrar un poeta coterráneo, me fascino lo que leí, y busque pensando que tendrías un blog, y aquí estoy disfrutando de tu poesía, un placer, y un fuerte abrazo de esta aprendiz de poeta.
ResponderEliminarmis saludos cordiales y encantada de haberte encontrado.
Isabel
Deseosa de encontrar materia renovada sigo paseando en éste laverinto poetico,
ResponderEliminarSaludos amigo Poeta Marcelino.
MªJosé
Bellísimo poema, Marcelino !!! Admiro y disfruto toda tu obra. ¿Sabes por qué? Porque tienes una manera MUY especial de expresar los sentimientos. Brotan... nacen naturalmente. En cada palabra, en cada verso, se va generando una cálida brisa que me acompaña hasta el final dejándome una placentera sensación. Sumo mis sinceras felicitaciones al agradecimiento por tan maravillosos momentos de excelente lectura.Un afectuoso saludo desde Argentina !!!
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