01 marzo 2011

MEDITANDO

En el diálogo entre el cuerpo y mente
buscando el verdadero centro de la existencia
y, como último espacio inerte
desprendido del tiempo, dentro de esa singular
intimidad, habría que hallar la armonía
y la ductibilidad en un movimiento
de equilibrio interior, que sea capaz de depararnos
un estado de bienestar único y placentero.

Como cuando los ríos fluyen, los pájaros pían,
las estrellas se mueven y todo sin prisa,
sin alboroto, sin preocupación, en una total
estabilidad emocional, relajando tu ser,
tu cuerpo, tus actos y pensamientos…meditando.

Y existe ese momento en el cual se une la existencia,
ya que vamos a estar aquí del principio al final,
en donde el interior pervive, aunque cambie lo externo,
y no tener que lamentarnos, buscando la salida
de donde no se ha entrado, no teniendo que decirnos…
¡ todo habría cambiado si aquella vez!…

Marcelino Menéndez González

1 comentario:

  1. Anónimo6:16 p. m.

    Que bien suena el caudal del rio con sus aguas tranquilas, cuerpo y mente en armonia,más allá del lamento o del misterio, Pues en verdad solo somos pasajeros por un tiempo en el Universo.

    Un abrazo calido querido Poeta.
    MªJosé

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