30 julio 2012

AÑADIR EL INSTANTE A LA MEMORIA.



Fue con el pasar de los años,
que empecé a olvidar vivencias pasadas
y sin embargo otras, siguen permaneciendo
en mi como si acabaran de ocurrir,
manteniendo toda la sensación de intensidad,
como si hubieran sucedido ayer.

Esas oscilaciones imprevisibles de la memoria,
se acrecientan más, cuando nos remontamos
a la infancia, perviviendo con una fuerza
increíble de detalles y momentos,
que nunca llegan a olvidarse.

Y todo va formando el engranaje de la existencia
que cada uno asimila a su manera, matizándolo
de alegría o de tristeza.

Diría que, como las raíces de los árboles
-ninguna es igual- ya que múltiples circunstancias
hacen que todas sean diferentes entre sí,
aunque exista el denominador común a todo,
con su diversa variedad de cambios y etapas
que es, la propia vida…

Marcelino Menéndez González

No hay comentarios:

Publicar un comentario